Tal y como planteamos en el post anterior, nuestros gatos y perros de avanzada edad tienen unas necesidades nutricionales especiales. Si bien, en aquel momento, nos dedicamos a estudiar todo lo relacionado con proteínas, grasas, hidratos, vitaminas y minerales, en este post, analizaremos lo referente a los aspectos siguientes:
Digestibilidad
Con la edad, la capacidad de digestión disminuye o aparecen problemas de intolerancias. Por esta razón, el alimento que demos a nuestro animal mayor debe ser altamente digestible, para que pueda asimilar correctamente los nutrientes y evitar cualquier malestar digestivo, como gases, vómitos, estreñimiento o diarrea.
Energía
Debe ser menor que la aportada para cachorros o animales adultos, ya que, como se señaló en el post anterior, su actividad se encuentra reducida. De ese modo, se evita un aporte calórico excesivo, que genere obesidad. La obesidad puede conducir a artrosis y a dolor por sobrecarga de las articulaciones, problemas cardiacos, hepáticos, respiratorios, diabetes etc. Por ello, el mantenimiento de un peso saludable en todas las etapas vitales de nuestros animales – aunque con mucha más razón al final de la misma – es fundamental para alargar su esperanza y calidad de vida.
Palatabilidad y aroma
El olfato y el gusto, al igual que otros sentidos, pueden verse afectados y disminuir en perros y gatos senior. Aparte de esto, distintas patologías derivadas de la edad pueden hacer que su apetito disminuya; por ello es importante que su alimento sea palatable (con buen sabor y apetecible para ellos). Esto se puede conseguir con aromas de carne naturales o, en el caso de la comida húmeda, ofreciéndosela a temperatura templada, más agradable a su gusto.
Hidratación
La hidratación es vital durante toda la vida de los animales. Siempre habrán de disponer de agua limpia a su alcance. Ahora bien, en edades avanzadas será igual o más importante, sobre todo en caso de presencia de enfermedad renal, para evitar una deshidratación.
Cada etapa de la vida de nuestros perros y gatos tiene unas características; las necesidades, en cada una, van a ser diferentes. Por ello, resulta muy recomendable adaptar su alimentación a estas necesidades, lo que redundará siempre en su salud y, en consecuencia, en su calidad de vida y en el tiempo que podamos disfrutar con ellos.