Estoy segura de que en algún momento te has enfrentado a una pequeña emergencia: una herida tras un paseo, una picadura inesperada, un malestar repentino… Aunque nadie quiere pensar en accidentes, estar preparado para cualquier imprevisto puede marcar la diferencia. Por eso, es fundamental tener preparado un botiquín de primeros auxilios para nuestros animales.
Cuando tu perro o gato tiene una urgencia leve, contar con los suministros adecuados puede ayudarte a reaccionar rápido. Además, si estás fuera de casa o de vacaciones, un botiquín te permitirá manejar situaciones imprevistas y atender pequeños problemas hasta que puedas acudir al veterinario. Hoy te cuento cómo elaborar uno y qué elementos no pueden faltar.
Elementos esenciales de un botiquín
Aquí te dejo una lista con todo lo que deberías tener en el botiquín:
1. Material de limpieza y desinfección
– Suero fisiológico: Útil para limpiar heridas o lavar los ojos en caso de irritación. Puedes encontrarlo en monodosis, mucho más cómodo y seguro de utilizar. También pueden ser necesarias gotas oculares u óticas específicas para perros y gatos.
–Antiséptico (clorhexidina o yodo diluido): Fundamental para desinfectar cortes o raspones. Aunque la clorhexidina es de uso hospitalario, puedes solicitar un poco a tu veterinario si la necesitas. En caso contrario, el yodo diluido en suero salino es una buena alternativa.
–Gasas estériles: Para limpiar heridas sin riesgo de infecciones.
2. Elementos para curación
–Vendas elásticas y adhesivas: Para cubrir heridas y evitar lamidos excesivos. Las vendas cohesivas son muy útiles, ya que se adaptan perfectamente y tienen cierta elasticidad. Elige el tamaño adecuado según tu compañero peludo.
–Tijeras de punta roma: Ideales para cortar vendajes con seguridad sin dañar la piel.
–Pinzas: Para retirar astillas o pequeños objetos incrustados. También es útil una pinza específica para retirar garrapatas si no podemos acudir a la consulta veterinaria.
–Guantes desechables: Para manipular heridas con una garantía higiénica.
3. Medicamentos básicos
–Antihistamínico (recomendado por el veterinario): Útil en caso de reacciones alérgicas leves. Se Suele utilizar la metilprednisolona (Urbason) que es muy eficaz frente al efecto de orugas como la procesionaria o picaduras de avispas o abejas. Consulta con tu veterinario sobre cómo actuar en estos casos y cómo poder aplicar el medicamento en caso de urgencia.
–Analgésico (solo bajo prescripción): Aunque nunca se debe automedicar a tu perro o gato, es bueno tener los medicamentos que el veterinario haya indicado para situaciones específicas. Antes de salir de viaje, contacta con tu clínica.
–Cicatrizante: Puede ser de aluminio en spray, o con ingredientes naturales en forma de crema por ejemplo, hay varias opciones en el mercado.
4. Instrumentos y otros accesorios
–Termómetro digital: La temperatura corporal normal suele rondar entre 38,5°C y 39°C en perros y gatos.
–Jeringas sin aguja: Útiles para administrar líquidos o medicamentos recetados de forma oral.
–Bozal (para perros): Para poder actuar con seguridad ante reacciones instintivas indeseables causadas por el dolor.
5. Documentación y contactos de emergencia
–Cartilla de vacunación y registros médicos: Indispensable en caso de hospitalización. Siempre hay que tenerla a mano, ya que es como el DNI de tu animal.
–Contacto del veterinario y clínica más cercana: Especialmente importante si viajas.
Algunos consejos para el uso correcto del botiquín
Debes realizar una revisión periódica del mismo, controlando fechas de caducidad y reemplazando lo necesario.
Tenlo todo en un lugar accesible y controlado, ya que en un momento de emergencia necesitarás actuar rápido.
También es de utilidad que aprendas a realizar primeros auxilios básicos como detener hemorragias leves, hacer un vendaje o qué hacer en caso de asfixia.
En conclusión, tener un botiquín de primeros auxilios te permitirá actuar con rapidez en situaciones leves o estabilizar a tu perro o gato antes de buscar ayuda veterinaria. Así que ya sabes, prepara tu kit, guárdalo en un lugar accesible y, si viajas, llévalo contigo. Cuando se trata del bienestar de nuestros compañeros animales, la prevención siempre es clave.

