Portada » La obesidad en gatos y perros: consecuencias para la salud y cómo prevenirla

La obesidad es un problema creciente en los animales de compañía, especialmente en gatos y perros. Este trastorno no solo afecta la calidad de vida de los animales, sino que también puede acortar su esperanza de vida. Según estudios realizados, esta reducción puede llegar a los 2 años. Por ello, es crucial entender las causas, consecuencias y métodos de prevención de la obesidad en ellos.

Causas de la obesidad

La obesidad en gatos y perros generalmente, si no hay otras patologías de base, se debe a un desequilibrio entre la ingesta calórica y el gasto energético. Algunas de las causas más comunes incluyen:

1. Alimentación inadecuada: proporcionar alimentos ricos en calorías, como los cereales, y en cantidades excesivas.

2. Falta de ejercicio o actividad física: al convivir con nosotros, en ocasiones, también comparten nuestra vida sedentaria y esto contribuye significativamente al aumento de peso, como ocurre en nuestro caso.

3. Factores genéticos: algunas razas son más propensas a ganar peso, como los Beagle o los Labradores.

4. Problemas médicos: enfermedades como el hipotiroidismo pueden predisponer a la obesidad por una disminución en el metabolismo.

5. Edad: los animales mayores tienden a ser menos activos y a ganar peso más fácilmente por ello.

6. Patologías neurológicas, articulares o del aparato locomotor: estas van a impedir un nivel de actividad adecuada por el dolor u otros impedimentos en la movilidad.

Consecuencias para la Salud

La obesidad puede tener múltiples efectos negativos en la salud de gatos y perros, entre los que se incluyen:

1. Diabetes mellitus: el exceso de peso puede llevar a una resistencia a la acción de la insulina, que en condiciones normales lleva la glucosa al interior de las células para su utilización. Esto hace que el nivel de glucosa aumente en sangre y produzca distintos efectos perjudiciales en todo el organismo.

2. Problemas cardiovasculares: el corazón trabaja más para bombear sangre a través de un cuerpo aumentado de tamaño, lo cual se traduce en una sobrecarga para este órgano tan importante.

3. Enfermedades articulares: el peso adicional ejerce presión sobre las articulaciones, causando artritis, artrosis y otros problemas. Esto, como veíamos antes, hace que el animal tenga menos actividad por el dolor y en consecuencia aumente de peso, en un círculo vicioso que es importante romper.

4. Problemas respiratorios: la grasa acumulada puede dificultar los movimientos respiratorios.

5. Reducción de la esperanza de vida: los animales obesos tienen una menor esperanza de vida que otros con peso saludable.

Cómo Prevenir la Obesidad

Prevenir la obesidad en gatos y perros requiere un enfoque múltiple que incluye dieta, ejercicio y monitoreo regular, pero que es de vital importancia, ya que la prevención siempre es más fácil que tener que lograr una pérdida de peso una vez se ha llegado a la obesidad. En ese sentido, algunas estrategias efectivas pueden ser:

1. Dieta equilibrada: proporcionar una dieta equilibrada, de calidad y adecuada para la edad, raza y nivel de actividad del animal. Evitar alimentos ricos en hidratos de carbono de asimilación rápida o azúcares principalmente, pero en general hay que reducir en lo posible los hidratos de carbono de la dieta.

2. Control de las raciones diarias: es importante seguir las recomendaciones del veterinario sobre la cantidad de alimento que debe recibir el gato o perro, o del fabricante del alimento según su peso.

3. Ejercicio regular: asegurarse de que el animal tenga suficiente actividad física diaria. Para los perros, esto puede incluir caminatas, juegos y ejercicios específicos. Para los gatos, son esenciales los juguetes interactivos y contar con un tiempo de juego activo cada día.

4. Control del peso: pesarles regularmente y llevar un registro de su peso. Consultar al veterinario si se observa un aumento de peso significativo. También si hay un adelgazamiento importante, para averiguar la causa y tratarla en caso necesario.

5. Evitar las sobras de la mesa o los extras: las sobras de comida humana suelen ser altas en calorías y no están formuladas para las necesidades nutricionales de los animales. Al mismo tiempo, un aporte excesivo de premios o snacks además de su alimento contribuye de forma importante al aumento de peso.

En resumen, La obesidad en gatos y perros es un problema serio que puede tener múltiples y muy importantes consecuencias negativas para la salud. Sin embargo, con una dieta adecuada, ejercicio regular y control constante, es posible prevenir y controlar este trastorno. El deber de un cuidador responsable es tratar de que su gato o su perro mantenga un peso saludable para disfrutar de una vida larga y feliz juntos durante más tiempo.

No obstante, si se tiene alguna pregunta específica sobre la nutrición del gato o del perro o se necesita asesoramiento personalizado, no hay que dudar en consultar a un veterinario de confianza.

Autora

Mónica Ágreda

Mónica Ágreda

Veterinaria y etóloga felina, con una amplia experiencia en el ámbito de la nutrición animal. Convencida vegetariana, le parece importante separar sus opciones alimenticias personales de los criterios nutricionales, que demandan los animales. Su vocación (ya no tan oculta) es la divulgación.

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