Portada » Uso de algas en la alimentación de perros y gatos

Las algas son organismos vegetales acuáticos con una gran variedad de formas, tamaños y colores. Algunas son microscópicas, como la espirulina, y otras son macroscópicas, como el Kelp o el alga Nori. Las algas poseen un alto valor nutricional, ya que contienen proteínas, vitaminas, minerales, antioxidantes y ácidos grasos esenciales. Además, algunas de ellas tienen propiedades beneficiosas para la salud de los perros y los gatos, como la prevención del sarro dental, la mejora de la digestión, la estimulación del sistema inmunitario y la desintoxicación del organismo.

Algunas algas beneficiosas para nuestros peludos

Como ejemplos de algas beneficiosas en la nutrición de perros y gatos, podemos hablar de:

La espirulina:  microalga de color verde-azulado que se cultiva en lagos alcalinos. Es una de las fuentes más completas de proteínas vegetales, ya que contiene todos los aminoácidos esenciales. También es rica en vitaminas del grupo B, betacaroteno, hierro, calcio, magnesio y ácido gamma-linolénico. La espirulina genera efectos antiinflamatorios, antioxidantes e inmunomoduladores, por lo que puede ayudar a combatir las alergias, las infecciones, el estrés oxidativo y el envejecimiento celular. En el mercado la encontramos para perros y gatos en forma de polvo o de comprimidos y también añadida a algunos alimentos comerciales que contienen nutracéuticos.

Ascophyllum nodosum: macroalga de color pardo que crece en las costas frías del Atlántico Norte. Es una fuente natural de yodo, esencial para el funcionamiento de la glándula tiroides y también cuenta con otros minerales, como el potasio, el magnesio, el calcio y el fósforo, además de vitaminas, como la vitamina C, la vitamina E y la vitamina K. El alga Ascophyllum nodosum posee propiedades antibacterianas, antifúngicas y antiparasitarias, por lo que puede prevenir y tratar las infecciones bucales, las gingivitis y el mal aliento. Además, ayuda a eliminar el sarro dental y a blanquear los dientes, éstos son sus usos más frecuentes. El Ascophyllum nodosum se puede añadir al alimento de los perros y los gatos en forma de polvo o de escamas, siguiendo las dosis recomendadas por el fabricante o el veterinario.

Otras algas que se pueden utilizar en la alimentación de los perros y los gatos son la Chlorella, el alga Nori, el alga Wakame. Estas algas tienen un alto contenido en Omega 3 y clorofila, un pigmento verde de los vegetales que posee propiedades desintoxicantes, alcalinizantes y depurativas. La clorofila ayuda a eliminar las toxinas del organismo, a regular el pH de la sangre y a mejorar la función hepática y renal. También, por los nutrientes que contienen, pueden tener efectos antiinflamatorios, cicatrizantes y antioxidantes, por lo que favorecen la salud de la piel, el pelo, las articulaciones y los ojos. Estas algas se pueden ofrecer a los perros y los gatos en forma de polvo, de hojas o de snacks, siempre en cantidades moderadas y adaptadas al peso y la edad del animal.

Por último, el alga Dulse, originaria del Atlántico norte y de color rojizo es muy rica en Omega 3 y 6, en minerales como el yodo y zinc, en vitaminas, sobre todo la C, y en proteínas, por lo que es muy útil como reconstituyente en los animales que lo necesiten.

Efectos secundarios

Las algas, no obstante, pueden tener efectos secundarios en los animales si se consumen en exceso o si son de naturaleza tóxica. Algunos de estos efectos secundarios son:

•  Trastornos digestivos: el alto contenido de potasio, sodio y cloro de algunas algas puede provocar diarrea, vómitos, flatulencia y dolor abdominal en perros y gatos

•  Hipertiroidismo: el exceso de yodo de algunas algas puede alterar el funcionamiento de la glándula tiroides y causar síntomas como pérdida de peso, nerviosismo, taquicardia y aumento del apetito.

•  Intoxicación: algunas algas, como las cianobacterias, pueden contener toxinas que son muy peligrosas para los animales. Estas toxinas pueden causar vómitos, diarrea, babeo, desorientación, problemas para respirar, convulsiones, sangre en las heces e incluso la muerte.

Las algas son, en resumen, un complemento natural y saludable para la dieta de los perros y los gatos, siempre que se elijan las especies adecuadas y se respeten las dosis y las frecuencias de administración que indique el fabricante o el veterinario. Las algas pueden aportar nutrientes esenciales y beneficios terapéuticos para la salud de nuestros animales de compañía, pero no deben sustituir a una alimentación equilibrada y variada, ni a un control veterinario regular, especialmente si el animal tiene alguna enfermedad o toma algún medicamento.

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Autora

Mónica Ágreda

Mónica Ágreda

Veterinaria y etóloga felina, con una amplia experiencia en el ámbito de la nutrición animal. Convencida vegetariana, le parece importante separar sus opciones alimenticias personales de los criterios nutricionales, que demandan los animales. Su vocación (ya no tan oculta) es la divulgación.

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