¿Qué es el krill?
Dentro de la amplia gama de ingredientes que existen en nuestra alimentación y en la de nuestros animales, podemos encontrar uno cuyas propiedades resultan verdaderamente sorprendentes: el krill. Aunque aún queda mucho para considerar extendido su uso, es para estar de enhorabuena que cada vez lo encontremos con más frecuencia en las formulaciones de productos alimentarios.
El krill es un crustáceo, que se encuentra formando enormes grupos en aguas del Océano Antártico y se alimenta de fitoplancton. Su apariencia es la de una gamba y su tamaño es diminuto; sin embargo, es conocido por constituir el alimento fundamental de las ballenas, aunque no sólo de ellas. El krill es también un ingrediente básico de la alimentación de focas y pingüinos, así como de algunas especies de peces. Al margen de su pequeño tamaño, su importancia resulta vital, puesto que constituye la base de la pirámide alimentaria de su ecosistema.
A nivel nutricional, el krill es portador de una elevada cantidad de proteína de calidad y, por ello, se le considera uno de los alimentos del futuro. Por otro lado, contiene gran cantidad de ácidos grasos Omega 3 y, en menor cantidad, Omega 6 y 9. Otro de los compuestos a destacar en el krill es la Astaxantina, célebre ya como uno de los antioxidantes más potentes. Por último, el krill aporta Colina, un aminoácido necesario para un correcto funcionamiento hepático, nervioso y muscular.
En los siguientes posts, nos dedicaremos a repasar el modo en el que el krill puede constituir un elemento sumamente importante en la dieta de nuestros gatos y perros.