Como veterinaria, he tenido la oportunidad de observar de cerca las profundas conexiones que se establecen entre las personas y sus animales, además de experimentarlo en primera línea con los míos. Convivir con un perro o un gato no solo proporciona compañía y entretenimiento, sino que también aporta numerosos beneficios para la salud mental y física. ¿Cuáles son estos beneficios?
Reducción del estrés y la ansiedad
Uno de los aspectos más significativos de compartir la vida con un animal de compañía es su capacidad para reducir el estrés y la ansiedad. Interactuar con perros y gatos aumenta los niveles de oxitocina, la llamada «hormona del amor», y disminuye el cortisol, la hormona del estrés, generando una sensación de calma y bienestar. Simplemente acariciar a un perro o gato puede ser una experiencia relajante que ayuda a aliviar la tensión. Pero el impacto es aún mayor cuando existe un vínculo real entre ambos: la conexión que se crea beneficia tanto al humano como al animal.
Mejora del estado de ánimo
Los animales de compañía destacan por su lealtad y afecto incondicional, lo que puede influir positivamente en el estado de ánimo de quienes los cuidan. Ayudan a combatir la depresión y la soledad, brindando un propósito diario y una razón para empezar el día. Además, los momentos de juego y sus travesuras suelen generar risas y alegría, contribuyendo a un ambiente más positivo.
El simple acto de mirar a los ojos a nuestro animal genera una conexión emocional que reduce la sensación de soledad. Por ello, las terapias asistidas con animales han demostrado múltiples beneficios, no solo a nivel emocional, sino también en otros aspectos, como veremos a continuación.
Aumento de la actividad física
Los perros, en particular, requieren ejercicio regular, lo que motiva a sus cuidadores a llevar un estilo de vida más activo. Los paseos diarios, el juego al aire libre y otras actividades físicas ayudan a mejorar la salud cardiovascular, la resistencia y el estado físico general. Esta rutina no solo beneficia al perro, sino también a la persona.
Incluso los gatos pueden fomentar la actividad física a través del juego interactivo y la estimulación mental. Además, sus cuidadores suelen ser más creativos al diseñar juguetes o estructuras que enriquezcan su entorno y mejoren su bienestar.
Beneficios sociales
Los animales también pueden facilitar la vida social de sus cuidadores. Los paseos con perros, las visitas al parque y las reuniones con otros amantes de los gatos crean oportunidades para conocer gente y establecer nuevas amistades. En muchos casos, los animales actúan como un puente social, facilitando las interacciones y fomentando un sentido de comunidad entre quienes comparten intereses similares.
Apoyo emocional
Para muchas personas, sus perros y gatos son una fuente constante de apoyo emocional. Su compañía incondicional y la ausencia de juicios los convierten en aliados en momentos de dificultad. Además, la responsabilidad de cuidarlos aporta estructura y rutina, lo que es beneficioso para la salud mental. En el caso de los niños, cuidar de un animal es una valiosa enseñanza sobre responsabilidad y empatía a lo largo de su vida.
Fortalecimiento del sistema inmunológico
Las investigaciones han demostrado que convivir con animales puede fortalecer el sistema inmunológico. La exposición regular a ciertos alérgenos y bacterias presentes en perros y gatos puede ayudar a desarrollar una mayor resistencia a enfermedades comunes. Esto es especialmente beneficioso en la infancia, ya que fomenta el desarrollo de un sistema inmune más robusto.
Beneficios cardiovasculares
Tener un animal de compañía también está asociado con beneficios para la salud cardiovascular. Las actividades físicas como pasear o jugar con un perro contribuyen a mantener una presión arterial estable, reducir el colesterol y mejorar la circulación sanguínea. Incluso en el caso de los gatos, acariciarlos o compartir momentos de descanso con ellos ayuda a reducir el estrés y, en consecuencia, favorece la salud del corazón.
En definitiva, convivir con un perro o un gato puede tener un impacto profundo y positivo en la salud mental y física. Desde la reducción del estrés y la ansiedad hasta la mejora del estado de ánimo y el aumento de la actividad física, los animales enriquecen nuestras vidas de innumerables maneras. Si estás considerando adoptar uno, ten en cuenta no solo estos beneficios, sino también la responsabilidad y el compromiso que conlleva. La relación entre humanos y animales es un vínculo especial que merece ser cuidado día a día, devolviendo con amor y dedicación todo lo que nos ofrecen.